Diego Maradona era más que una simple leyenda del fútbol, era un Dios del fútbol. El futbolista argentino fue, sin lugar a dudas, uno de los mejores de la historia. El número 10 lo tenía todo: un impresionante control del balón, una capacidad única para el regateo, velocidad, visión de juego y creatividad. Maradona era tanto física como técnicamente espectacular, y tenía una enorme personalidad.
Tuvo altibajos, desde la adicción a sustancias ilegales hasta su famosa "mano de Dios", pasando por un total triunfo como futbolista e incluso como "dios" de su propia iglesia.
Al revisar su vida, dentro y fuera del campo, podemos decir con toda seguridad que Maradona era un verdadero icono. En 2020, a los 60 años, falleció, y su muerte sorprendió a muchos. En mayo de 2021, anunciaron que varios profesionales médicos que trataron a la estrella del fútbol antes de su muerte han sido acusados de homicidio.
Las investigaciones concluyeron que su tratamiento fue "deficiente, negligente e indiferente". Murió de fallo cardíaco dos semanas después de someterse a una cirugía cerebral debido a un hematoma. Se ha informado que la atención médica que le proporcionaron estuvo "plagada de deficiencias e irregularidades".
Un neurocirujano, psiquiatra y psicólogo y cuatro enfermeras están siendo acusados del supuesto homicidio. Están siendo juzgados en Argentina y podrían enfrentarse a 25 años de prisión si los declaraban culpables.