.png)
El Manchester City se convirtió en el primer finalista de la Champions League, luego de imponerse al París Saint-Germain con un global de 3-1 en las semifinales a ida y vuelta del torneo europeo.
Los Citizens, comandados por Pep Guardiola, no quisieron meterse en problemas y tomaron el control del marcador con un gol de Riyad Mahrez a los 11 minutos. Eso amplió la diferencia en la serie y apagó el ímpetu de los parisinos por lograr la hazaña.
Sin Kylian Mbappé (lesionado), el técnico Mauricio Pochettino apostó por un tridente ofensivo que no suma tantos partidos oficiales: Mauro Icardi, Ángel Di María y Neymar, los tres con virtudes individuales, pero sin entendimiento colectivo.
El primer tiempo fue de los ingleses, más allá de la obligación de su rival por buscar la victoria. Con el tiempo a su favor, la experiencia de Guardiola salió a relucir en el banquillo: manejar la posesión, circular la pelota, realizar transiciones y estar seguros en la defensa.
Así, poco a poco, el PSG fue doblando las manos ante el City. Pochettino buscó por todos los caminos posibles, pero la diferencia era mucha en el marcador y el nivel sobre el campo de juego.
Neymar, desconsolado por la eliminación, apagó su ingenio y no fue el mismo jugador punzante de otros compromisos. Eso permitió que la zaga de los Citizens pasara una noche tranquila y sin emplearse a fondo, con todo y la tormenta de nieve que cayó en el primer tiempo.
Mahrez, el héroe de la serie, marcó el 2-0 definitivo al 63'. Di María, por su parte, se fue expulsado seis minutos después.