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Causas de la deforestación


La deforestación se puede producir por causas naturales o a causa de las actividades del ser humano. Un incendio, sin ir más lejos, que produce deforestación puede tener su origen en el hombre o ser provocado por la naturaleza, como por ejemplo al caer un rayo en un árbol. Actualmente, el ritmo de deforestación es demasiado alto.


Los bosques son ecosistemas que se recuperan muy lentamente. Algunas variedades de especies de flora e, indirectamente, la fauna que vive allí, están en peligro si el bosque desaparece.


Podemos definir la deforestación como el proceso de despojar un terreno forestal de sus plantas y árboles, es decir de su vegetación. Los bosques cumplen valiosas funciones en la naturaleza y perderlos es muy perjudicial para el medio ambiente y, además, contribuye al cambio climático, ya que los árboles secuestran carbono mientras crecen. Solo en algunos casos muy concretos este proceso puede ser beneficioso para el planeta.


Así, la deforestación se da cuando hay una tala de árboles masiva o descontrolada. Esta produce grandes cambios en el ecosistema, como veremos más adelante.


Entre las principales causas de la deforestación podemos encontrar algunas de la mano del ser humano y otras por fenómenos naturales. Solo podemos evitar, solucionar y controlar las primeras y mejorando el estado actual del planeta podemos ayudar a reequilibrar las segundas.


Las actividades del ser humano son la principal causa de la deforestación y, también, es la causa más grave al ser evitable. Entre las principales causas de la deforestación que produce el ser humano destacan:


La tala de árboles indiscriminada o mal gestionada

Millones de hectáreas se talan o se queman para extraer la madera y otros productos o para convertir los bosques en tierras de cultivo. Mayoritariamente, estas actividades se realizan en los países en desarrollo, más dependientes de la madera y sin un control adecuado sobre el uso del suelo. No se trata de vivir sin madera o sin papel, ni mucho menos sin alimentos, pero los bosques han de gestionarse de manera sostenible. De ahí la importancia de adquirir productos con el certificado de gestión sostenible.


Ganadería

En ocasiones, los ganaderos arrasan miles de hectáreas de selva, como ocurre en Brasil y otros países, para que el ganado se alimente durante uno o dos años. Después, el suelo queda agotado y tienen que trasladarse a otro lugar.


Urbanización del terreno

La expansión de los núcleos urbanos es otra de las causas de la tala de árboles o deforestación que provoca el hombre. Cada vez más gente vive en las ciudades mientras que las zonas rurales sufren despoblación. Se construye desaforadamente y para ello se necesita espacio que se obtiene destruyendo bosques y selvas.


¿Qué causa la deforestación aparte de las actividades humanas? Pues lo cierto es que hay algunas causas de la deforestación de origen natural:

Incendios forestales En verano, los incendios forestales acaban con miles de hectáreas de bosque. Además, con el cambio climático estos incendios forestales son cada vez más frecuentes y destructivos. Australia y Estados Unidos están sufriendo, en los últimos años, terribles incendios forestales, en la gran mayoría de los casos, provocados por la negligencia de algunas personas. Pero así como las talas de árboles las provoca el hombre, los incendios no siempre los provoca el hombre. De todos modos, aunque sean naturales, el daño para el medio ambiente que causan los incendios es enorme, aparte de la deforestación en sí.

Plagas y enfermedades en los bosques Las plagas y enfermedades de los árboles es otra de las causas naturales que causan deforestación. Un caso extremo es el que está ocurriendo en los bosques de Norteamérica, donde un escarabajo está masacrando millones de árboles.


Consecuencias de la deforestación

Ahora que ya hemos comentado qué causa la pérdida de árboles, hablemos de las consecuencias de la deforestación que pueden ser más o menos graves y, en algunas situaciones, pueden ser nefastas.

Alteración del ciclo del agua Los árboles atraen las lluvias y los bosques son una parte vital en el ciclo del agua. Por esto, al perder masas forestales, se modifica el comportamiento del agua en la zona, pues esta se desplaza hacia otras partes con vegetación.

Desertificación Lo grave, realmente, es la tala indiscriminada o sin control, aparte de los incendios provocados, ya que sin una reforestación posterior y sin una gestión adecuada de los bosques, esta zona se convertirá en una zona desertificada.

Pérdida de hábitat, biodiversidad y suelo La deforestación lleva a dañar los ecosistemas, a una pérdida de biodiversidad y a la aridez en el terreno. Además, se evita la fijación de dióxido de carbono (CO2), por lo que se contribuye al cambio climático. Las regiones deforestadas tienden a una erosión del suelo y, finalmente, se convierten en tierras no productivas. Lo que lleva a que no crezca ningún tipo de vegetación, no sirva de zona de alimentos y resguardo para animales ni para que nosotros cultivemos alimentos.

Pérdida de grandes masas forestales Algunos lugares que sufren este problema de forma grave, pues una parte está controlada pero otra muy grande no lo está, son zonas de Latinoamérica, ricas en bosques y selvas, como la zona del Amazonas.


Asimismo, la deforestación en México, Argentina, Colombia y el Perú es muy significativa, pues en varias zonas de estos lugares hay tala masiva por diversas razones. También te recomendamos leer este otro artículo sobre la Deforestación en Argentina.

Modificación del clima global Al perderse los bosques y las selvas, como hemos indicado, se modifica el ciclo del agua y las temperaturas en la región y también a nivel global. Por tanto, se suman más acciones que aceleran el calentamiento global y el cambio climático.

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