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  • Foto del escritorZector 51

¡Que suene el claxon! Kinky regresó con autoconcierto en el Autódromo


Sonaban decenas de claxons mientras el vocalista Gil Cerezo tomaba el micrófono no para cantar, sino para reflexionar y agradecer el marco tan especial que la Ciudad de México le obsequió a Kinky en su regreso a los escenarios después de más de un año de ausencia.


Ahí estaban en el Autódromo Hermanos Rodríguez alrededor de 150 autos estacionados con las luces encendidas y a su debida distancia, recordándonos que la pandemia aún no termina, pero que con música la noche del domingo pudimos olvidarnos un poco de ella.


“Gracias por celebrar con nosotros la vuelta al escenario después de más de un año… festejemos este nuevo comienzo”, gritó Cerezo, al mismo tiempo que de fondo iniciaba “Hasta Quemarnos”.


Para este regreso, la banda, una de las dignas sobrevivientes de la avanzada regia, sonó nostálgica. Sin mucha interacción con el público, rascó muchos temas de antaño como “Más”, “Soun The Mi Primer Amor”, “Mirando del Lado”, “Ejercicio #16” y “Cornman”, del disco Kinky (2002), mientras que del álbum Nada Vale Más Que Tú (2018) apenas tocó “Te Vas”.


Los arreglos que la agrupación regia hizo a sus canciones para esta presentación se concentraron en largos intros que dejaban tiempo para girar la cabeza y extrañar una pizca la cercanía humana prepandemia, porque en este concierto no hubo empujones, nadie sintió calor. En su lugar, cientos de caras a la sana distancia y con cubrebocas, como lo marcan aún las medidas sanitarias.


La breve abstracción terminó cuando “Después del After” hizo retumbar las bocinas y Carlos Chairez trastocó los oídos con el riff distintivo con el que arranca la canción.

Una de las más bailadas fue la adaptación a la electrónica de “Cómo te voy a Olvidar”, misma para la que Gil y Ulises Lozano (teclados y acordeón) colaboraron hace algunos años con Los Ángeles Azules.


En el escenario, Kinky demostró que los 14 meses de reclusión fueron benévolos, pues en el silencio impuesto sus integrantes no se limitaron a navegar el encierro, sino que lo aprovecharon para crear nueva música. De este tiempo desprendieron “Que Retumbe”, “Llena de Mentiras“ y “Sólo Tú”.


Y en un cierre esperado, “A Dónde Van Los Muertos”, que es sin duda una de las más pedidas por los fans de Kinky que este fin de semana vivieron la nueva experiencia de los autoconciertos acompañando a su banda favorita.


Fueron 90 minutos espléndidos y aunque la conmoción de atravesar por una pandemia aún no se disipa, la música fue, como muchas veces, un antídoto para la angustia y la adversidad... ¡que vengan muchos autoconciertos más!

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