El cantante y compositor José María Napoleón cuenta con más de 50 años de carrera profesional y es conocido como El poeta de la canción gracias al talento con el que ha sabido transitar por la vida mientras recoge historias para luego hilarlas en temas que ya forman parte del imaginario colectivo de nuestro país.
Títulos como "Ella se llamaba Martha", "Vive y Eres" habitan en la memoria del mexicano y han resonado en al menos tres generaciones. El 11 de octubre, Napoleón se presentará en concierto en el Auditorio Nacional como parte de su gira de despedida, "Hasta siempre", aunque aclara que si la gente le sigue pidiendo que cante y si con su labor puede ayudar a personas que así lo necesiten, seguramente volverá una y otra vez a pararse en los escenarios a compartir su arte.
Y es que 50 años se dice fácil, pero en la vida de un hombre que, además de dedicarse a la música, ha sido torero, vendedor de tenis, tendero, esposo y padre de familia, esas cinco décadas han estado marcadas por infinidad de vivencias, aprendizajes, recompensas y también tropiezos.
Por ello, 50 años podrían parecer “demasiado” pero al ver el estado zen y la ligereza con la que Napoleón va por la vida, bien podríamos asegurar que el artista nunca estará realmente dispuesto a decir adiós y, por si eso fuera poco, ahora navega acompañado de su hijo José María , quien con su propia historia de vida pero con el ejemplo de su papá, da pasos fuertes día con día en el mundo de la música y hace llegar su voz y sus canciones cada vez a más gente. Napoleón asegura que mantenerse vigente y motivado con una carrera de 50 años es “sencillo” pero que, como todo, tiene sus dificultades. Aunque está convencido de que lo que cuesta mucho trabajo es lo que más se va amando cada día.
Y la historia de su carrera musical tuvos sus dificultades pero, gracias a un buen inicio y a su determinación, se que ha podido ser así de longeva. “Desde que me salí de casa, mi madre me dio su bendición y sus lágrimas. De ella heredé los genes de la música, porque mi madre cantaba precioso. Muy humilde, mi madre, ella lavaba y planchaba ropa ajena.
Mi padre era un empleado del ferrocarril, él trabajaba en el camino, recorría todos los carros del ferrocarril para revisar que todo estuviera bien, pero se encontraba cosas y, entre ellas, encontró libros de Manuel Acuña , de Manuel Machado . Libros de poesía y de novela, y todo eso cayó en mis manos.
Él fue la persona que me introdujo en la lectura desde muy temprana edad. Explicándome muchas cosas. Me enseñó cosas básicas que hasta el día de hoy yo llevo como latidos de mi corazón”, contó el cantante y compositor en entrevista.
Reunidos con él y con su hijo José María en el restaurante Blanco Castelar de la Ciudad de México, es imposible no descubrir por qué se ganó el título de El poeta de la canción, ya que incluso cuando habla, sus anécdotas y su conversación se mezclan con versos de poemas y canciones de personajes que lo han nutrido o de quienes son sus amigos.
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