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Madonna acaba de estrenar su concierto documental grabado durante la gira de “Madame X”, y qué mejor manera de celebrarlo que con una fiesta callejera.
La reina del pop se presentó pasada la medianoche junto al músico Jon Batiste, en el sótano del restaurante “The Red Rooster” de Harlem, para tocar algunos de sus temas en un encuentro sorpresa íntimo, con amigos, familia y algunos afortunados fans.
Para cerrar el exclusivo show con una fiesta a lo grande, Madonna tomó un megáfono, le hizo una seña a los músicos y le pidió a la audiencia que la sigan a la calle.
La artista de 63 años lució sensacional en un elegante vestido negro de Vivienne Westwood, con detalle floral, cuello holgado, mangas de encaje y una atrevida abertura hasta el muslo que dejaba ver sus medias de red y piernas tonificadas; para ese toque sexy que la caracteriza.
Pandereta en mano, Madame X condujo al entusiasmado grupo un par de cuadras hasta la histórica iglesia episcopal St. Andrew, al ritmo de su clásico hit “Like a Prayer”.
Madonna eligió este barrio de Nueva York en particular por haber marcado los comienzos de su carrera hace 40 años, y por ser el lugar de nacimiento del novelista y activista James Baldwin.
Fue una manera de recordar su trayectoria, conectar con la historia musical de Harlem, rendir homenaje al autor de la frase “los artistas están aquí para perturbar la paz”, a quien considera su eterna musa y gran fuente de inspiración.
Y por supuesto, de celebrar y promocionar su nuevo documental “Madame X” que se estrenó en Paramount+ este viernes 8 de octubre.