¿Los delfines se drogan?

Relacionamos la toma de drogas con un comportamiento humano que tiene fines placenteros o para el alcance de estados alterados de la conciencia. Sin embargo, los humanos no son los únicos seres vivos que pueden consumir drogas.

Los delfines, unos cetáceos marinos que acostumbra a vivir en grupos estableciendo fuertes vínculos sociales, han sido observados de forma directa y a través de cámaras acuáticas manifestando comportamientos extraños en ellos. Se cree que estaban bajo el efecto de alguna sustancia química.

Antes de entrar en el tema nos gustaría aclarar que el concepto droga es antropocéntrico y nuestra percepción acerca de su utilización por otras especies de animales puede ser condicionada por aspectos culturales y porque los animales no son capaces de comunicarnos que es lo que sienten.

Varios estudios han demostrado que diversas especies son capaces de ingerir de forma voluntaria sustancias psicoactivas. En el caso particular de los delfines, a partir de una serie de filmaciones realizadas por un equipo de producción de un documental de televisión de BBC Earth, se pudo observar a un grupo de delfines interactuar de forma extraña con peces globo. Al observarse este comportamiento tan particular, se llegó a la conclusión de que los delfines se estaban drogando con las toxinas que tienen los peces globo.

De hecho, no fue la única vez que se ha observado este comportamiento, ya que en 1995 Lisa Steiner describió en un estudio un comportamiento similar en un grupo de delfines nariz de botella en las islas Azores en Portugal.

La realidad es que no podemos afirmar que los delfines se están drogando intencionalmente ya que no existen estudios suficientes que lo demuestren, como en el caso de otros animales. Es probable que estos mamíferos marinos simplemente estuvieran jugando con los peces globo sin intenciones de drogarse, por lo que estarían exponiéndose de forma accidental a esta toxina. Como bien sabemos, los delfines juegan mucho, entre ellos y con otras especies y diversos objetos, es una forma de comunicación que usan muchísimo y, a veces, pueden interactuar con seres venenosos o tóxicos y acabar "drogados".

Cómo se drogan los delfines

Los peces globo tienen uno de los compuestos más tóxicos que existen: la tetrodotoxina, una neurotoxina que afecta las transmisiones nerviosas y las contracciones musculares. Es de amplio conocimiento que ingerir apenas una pequeña dosis de esta toxina puede ser letal, tanto para animales como para el ser humano.

Lo que ocurre es que los delfines, luego de su interacción reiterativa con los peces globo, sufren una leve intoxicación y pueden observarse inmóviles en la superficie del agua con su dorso y la parte superior de su cabeza visible, lo que los hace parecer drogados.

Otros animales que se drogan

Existen otras especies de animales que están en contacto con sustancias químicas que pueden modificar el funcionamiento normal de la mente y el cuerpo.

La mayoría de estos compuestos provienen de plantas y hongos que están disponibles en el ambiente.

Estas conductas han sido visualizadas tanto en animales domésticos como en animales salvajes. Veamos cuáles son:

• Gato doméstico: los gatos domésticos pueden consumir una hierba denominada nébeda (Nepeta cataria) también denominada como hierba gatera, que, entre otros efectos, puede potenciar su comportamiento sexual y aumentar de esta forma el éxito reproductivo. Otra planta que pueden consumir con efectos alucinógenos es la valeriana (Valeriana officinalis).

• Walabíes: existen historias que mencionan que estos mamíferos marsupiales se drogan con las amapolas (a partir de las cuales se obtiene el opio y sus derivados) presentes en los campos de Australia y que, luego de consumirlas, suelen dar vueltas en círculos. Cabe aclarar que este comportamiento no ha sido estudiado debidamente y puede ser un mito popular.

• Renos: biólogos han documentado a renos alimentándose del hongo Amanita muscaria, un hongo alucinógeno de Siberia y otras zonas del mundo, que al ser consumido modifica el comportamiento del animal. Los renos y sus crías al encontrarse bajo los efectos del hongo se tornan más vulnerables y pueden ser depredados más fácilmente.

• Cabras: las cabras consumen en Etiopia y Yemen hojas de khat lo que las vuelve muy eufóricas, ya que tiene propiedades psicoestimulantes. A su vez, se ha observado a cabras en otros sitios alimentarse de la semilla u otras partes de la planta frijol de mezcal, que produce efectos alucinógenos.

• Mandril: los mandriles pueden consumir el arbusto Iboga que es nativo de África ecuatorial. Se sabe que la corteza de sus raíces tiene propiedades estimulantes del sistema nervioso central y alucinógenas.

• Moscas: las moscas, al igual que los renos, pueden consumir el hongo Amanita muscaria, el cual las paraliza arriesgando de esta forma su supervivencia, ya que se convierten en una presa fácil para los predadores como los sapos.