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Seguro que alguna vez has escuchado que los gases de las vacas contaminan el medio ambiente pero, ¿es eso cierto? Sí, es cierto que las ventosidades de las vacas emiten gases de efecto invernadero, como el metano, pero es un proceso que forma parte de la naturaleza y realmente, estos gases, no tienen un impacto grave sobre el medio ambiente.
El enemigo del medio ambiente cuando hablamos de vacas es, en realidad, la industria cárnica intensiva y todos los gases de efecto invernadero que se emiten en todos sus procesos.
Si quieres saber más sobre cómo afecta indirectamente al medio ambiente el consumo excesivo de carne y los efectos negativos de la ganadería intensiva.
Son muchos los procesos naturales producidos en el medio ambiente que emiten gases de efecto invernadero, por ejemplo, las erupciones volcánicas son un proceso geológico que emite gases de efecto invernadero hacia la atmósfera.
Lo mismo pasa con las flatulencias de las vacas, estas emiten metano como consecuencia de la fermentación entérica que realizan las bacterias sobre los alimentos ingeridos por el animal en el proceso de digestión. Aunque estos animales emiten metano, no sería justo relacionar el metano de las vacas y el cambio climático, ya que realmente las vacas por sí mismas no suponen una gran fuente de contaminación como para ello.
Es la industria cárnica intensiva la responsable de estas emisiones contaminantes y de todas las relacionadas con sus procesos. Una vaca emite entre 70 y 120 kilos de metano al año, si la demanda y producción de carne aumenta, el número de vacas existentes sigue aumentando y como consecuencia las emisiones de metano. Además, el sistema de alimentación de las vacas hace que estas tengan una digestión lenta y, por lo tanto, acaban emitiendo mayor cantidad de metano.
Las emisiones de gases de las vacas no son las únicas culpables de la contaminación ganadera, sino todas las que proceden de las diferentes fases que envuelven a la industria cárnica: desde la crianza de las vacas hasta que la carne roja llega a un consumidor.
Las fases de la industria cárnica provocan otros tipos de contaminación y amenazas al medio ambiente, como son la contaminación y deterioro del suelo, la contaminación del agua o la pérdida de biodiversidad.
Cuánto contamina 1 Kg de carne
Más que preguntarnos cuánto contaminan las vacas, deberíamos preguntarnos cuánto contamina el sector ganadero. Actualmente, se conoce que este es el responsable del 14,5% de las emisiones de efecto invernadero, siendo más contaminante que el sector del transporte.
El sector ganadero, además, tiene necesidades de millones de litros de agua para sus procesos y, según la FAO, la ganadería usa el 30% de la superficie de la tierra y ocupa un 33% de toda el área cultivable para producir forraje.
La contaminación del sector ganadero va en aumento, igual que aumenta la población: cada vez se produce mayor cantidad de carne para satisfacer la demanda.
A continuación, se mostrará como ejemplo cuánto contamina 1 Kg de carne, para así ser consciente de la problemática que supone la industria cárnica para el medio ambiente. Se estima que, para la producción de un kilogramo de carne de vacuno, la ganadería intensiva necesita una media de unos 20.000 litros de agua y genera unos 27 Kg de CO2.
Cuál es el animal que más contamina el medio ambiente
En la naturaleza se pueden encontrar tanto factores abióticos como bióticos, entre ellos existe una sinergia que permite que se den todos los procesos fundamentales para que se dé la vida en la Tierra. Como ya hemos mencionado la emisión de metano a través de las flatulencias de las vacas solo es un proceso más que se da de forma natural tras el proceso de digestión del animal.
El metano si se encuentra en unas cantidades óptimas en la atmósfera no es dañino para esta, el problema es cuando las emisiones de este gas aumentan y resultan excesivas. Si las emisiones de metano han aumentado se debe a la intervención del hombre que, con sus actividades, entre ellas la ganadería intensiva y la ganadería extensiva, ha provocado el aumento de los gases de efecto invernadero, así como la contaminación del suelo, del agua y la amenaza a la biodiversidad.
En definitiva, es el ser humano el animal que más contamina el medio ambiente ya que es el único que ha hecho una intervención intensa sobre la naturaleza para mejorar su calidad de vida. A pesar de que todas estas actividades antrópicas a corto plazo están generando una vida confortable para parte de la población mundial, a largo plazo están haciendo que los recursos naturales se vean deteriorados y contaminados.
No todas las actividades antrópicas tienen el mismo impacto o son igual de contaminantes, pero algunos ejemplos de actividades de los humanos que contaminan son: deforestación, agricultura y ganadería intensivas, edificación en zonas naturales, consumo abusivo de agua y explotación minera, entre otros.
Soluciones para la contaminación de la industria cárnica
La solución más extrema sería decir dejar de comer carne, ya que comer carne contamina. No contamina en sí el solo hecho de comer, sino todo el proceso de su producción, pero al final esta contaminación, también es responsabilidad del consumidor.
Esta medida extrema se podría aplicar a cualquier producto que consumamos en exceso y que se produzca a gran escala, puesto todo ello conlleva una contaminación elevada. Sin embargo, podemos optar por eliminar el consumo de carne y reducir o regular nuestro consumo del resto de productos, ajustándonos a lo que realmente necesitamos, sin excedernos, o bien, hay otras opciones que pueden formar parte de las soluciones para la contaminación de la industria cárnica y sin renunciar totalmente al consumo de carne:
Reducir nuestro consumo de carne, pues no necesitamos consumirla a diario ni mucho menos.
Rechazar las macrogranjas y apoyar a los pequeños productores.
Fomentar el consumo de carne local y ecológica.
Fomentar las buenas prácticas agrícolas y ganaderas sin explotar la tierra.
Uso de tecnologías eficientes en todas las fases por las que pasa la producción de la carne y los productos lácteos. Es decir, desde la ganadería hasta que la carne y otros productos que se obtienen del ganado vacuno sean envasados.