"Y ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo, la puerta de Alcalá", a pesar de los años esta frase se reconoce de inmediato, pues es una de las canciones más populares de mediados de la década de los 80. Los cantantes Ana Belén y Víctor Manuel interpretaron esta melodía cuyo protagonista no es ningún personaje, sino un monumento icónico de Madrid, España.
Y aunque parezca algo extraño esta rola le hizo honor a uno de los tres símbolos madrileños más importantes. Quien la escuche y la cante se habrá dado cuenta que la letra cuenta una gran parte de su historia. Inaugurada en el viejo año de 1778 su edificación conmemora la entrada de Carlos III en Madrid como rey de España.
Su construcción tardó cerca de cuatro años y sustituyó otra puerta anterior, ubicada unos metros más abajo, que señalaba el camino hacia Alcalá de Henares. Ésta, a su vez, se diseñó en 1599 para celebrar la entrada a la ciudad de la reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III.
"Una mañana fría llegó Carlos tercero con aire insigne se quitó el sombrero muy lentamente bajó de su caballo con voz profunda le dijo a su lacayo, ahí está la puerta de Alcalá ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo la puerta de Alcalá"
"La puerta de Alcalá" se hizo tan popular que llegó a vender 300 mil copias del LP que la contenía: "Para la ternura siempre hay tiempo". El sencillo alcanzó el número 1 en ventas en 1986 y permaneciendo en esa posición durante 7 semanas seguidas.
Pero sigamos con la canción, que cita cuatro importantes etapas de la vida en España que "ha visto" este monumento. La primera ya la vimos. La segunda se centra en la batalla de Madrid, con expresa alusión al "No pasarán" de Dolores Ibárruri. A esta le siguen la dictadura franquista y las primeras revueltas estudiantiles de los años 1960 y la última refiere a la movida madrileña.
"Todos los tiranos se abrazan como hermanos exhibiendo a las gentes sus calvas indecentes manadas de mangantes, doscientos estudiantes inician la revuelta son los años sesenta ahí está, la puerta de alcalá y ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo la puerta de Alcalá"
Características de la puerta de Alcalá
La puerta de Alcalá es uno de los tres símbolos mas importantes de Madrid; los otros dos son la Fuente de Cibeles y El oso y el madroño. Se ubica en la rotonda de la Plaza de la Independencia.
Tiene la forma de un arco de triunfo con cinco huecos y mide casi 20 metros de alto por 43 de ancho. Está labrada en granito de Segovia en su parte principal y en piedra caliza de Colmenar de Oreja los elementos decorativos como escudos, figuras o capiteles.
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