Remotas e indómitas, las islas de México son testimonio de la diversidad de flora y fauna que coexiste en nuestro país y un recordatorio de la necesidad de preservarla
Archipiélago Revillagigedo, Colima
Ubicadas a 800 kilómetros al oeste de Manzanillo y 390 al sur de la costa de Baja California Sur, las islas Socorro, San Benedicto y Clarión, además de la Isla Partida, declaradas Reserva de la Biósfera en 1994, guardan volcanes activos, arcos y acantilados, y son casa de una gran variedad de especies terrestres y acuáticas.
Cozumel, Quintana Roo
La exuberante isla caribeña es la vía de entrada a un edén que alberga 553 especies de organismos, entre las que se encuentran 40 por ciento de la flora de Quintana Roo, 23 variedades de anfibios y reptiles, 224 de aves diferentes, y uno de los sistemas coralinos más grandes y complejos en el mundo.
Islas Marietas, Nayarit
En la bahía de Banderas, a menos de 10 kilómetros de las playas de Punta Mita, el Parque Nacional Islas Marietas y su icónica playa Escondida, que asemeja un cráter inundado al que sólo se puede acceder nadando por una oscura apertura en la roca, admiten a 116 visitantes al día para admirar la riqueza natural que habita el ecosistema.
Isla Espíritu Santo, Baja California Sur
En el golfo de California, la isla, declarada Patrimonio Natural por la UNESCO en 2005, comparte la belleza natural de la península que reúne mar, desierto, formaciones volcánicas, playas impolutas –perfectas para practicar kayak, buceo y stand-up paddle– y una biodiversidad que incluye 16 especies endémicas de flora y fauna.
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