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El magma: qué es, tipos, dónde se encuentra y cómo se forma


Las erupciones volcánicas son uno de los fenómenos más impresionantes que tienen lugar en la naturaleza. Es un acontecimiento tan bonito como peligroso, que comienza en las profundidades de nuestra Tierra. Una de las características más típicas de las erupciones volcánicas es la liberación de magma.


La palabra magma proviene de un vocablo de origen griego que se podría traducir como ‘pasta’. El magma volcánico es una combinación de roca fundida y compuestos sólidos y volátiles que se forman en el interior de la Tierra. Esta sustancia es muy inestable y puede contener también burbujas de gas y cristales en suspensión. El magma se puede encontrar con facilidad en las cámaras de un volcán, pero también en las rocas cercanas. Una vez que el magma se enfría y cristaliza da lugar a las rocas ígneas.


Los compuestos que forman el magma oscilan entre 700ºC a 1.300ºC. Estas temperaturas tan elevadas solo pueden alcanzarse en las zonas de subducción del planeta, es decir, en dorsales oceánicas, áreas continentales y en otros puntos calientes de la Tierra. El proceso de formación del magma resulta bastante complejo, cómo explicaremos más adelante.


Se pueden definir bastantes tipos de magma. Sin embargo, los más comunes son tres: Magmas basálticos

Los magmas basálticos surgen de la fusión de rocas ultrabásicas, aunque su composición cambia según la zona en la que se forman. Si se producen en dorsales oceánicas poseen un bajo contenido en sílice (-50%) y si se producen en el interior de placas tectónicas son más alcalinos y ricos en sodio y potasio. Son los más habituales.

Magmas andesíticos Los magmas andesíticos se forman en zonas de subducción, tanto de la corteza continental como oceánica, y tienen hasta un 60% de contenido en sílice y minerales hidratados, como anfíboles o biotitas. El magma andesítico es el más rico en agua, pero al erupcionar se evapora en forma de vapor. Cuando este magma cristaliza en profundidad forma la diorita y el agua pasa a formar parte de anfíboles.

Magma granítico Este magma posee el punto más bajo de fusión y puede cristalizar en grandes rocas plutónicas. Se forman en zonas orogénicas al igual que los andesíticos, pero a partir de magmas andesíticos o basálticos que consiguen atravesar y fundir rocas sedimentarias o ígneas de la corteza. Estas rocas alteran la composición del magma cuando se incorporan a él.


Dónde se encuentra el magma

El magma se origina en aquellas zonas de la corteza y manto superior terrestre en donde la temperatura llega a alcanzar un punto en el que los minerales que forman las rocas empiezan a fundirse. Sin embargo, la temperatura de fusión también depende de otros factores como la presión o la presencia/ausencia de agua.

Así, un aumento de presión acompañado de la ausencia de agua dificulta la fusión, como se da por ejemplo en las grandes profundidades terrestres. Por el contrario, la presencia de agua disminuye el punto de fusión de las rocas. Por lo tanto, el magma solo se forma y permanece (salvo fugas de magma) donde se dan las condiciones favorables para su formación, como en la corteza y en el manto superior.

Cuando se producen las erupciones volcánicas, el magma consigue salir al exterior en forma de lava. Como la lava cristaliza rápidamente, se forman trozos de vidrio volcánico, como la obsidiana o la piedra pómez, en lugar de grandes cristales.


Cómo se forma el magma

La formación del magma se produce de forma gradual cuando se funde la sustancia rocosa que forma nuestro planeta. Las rocas de nuestro planeta están formadas por minerales con distintos puntos de fusión y propiedades físico-químicas, lo que determina la formación de distintos tipos de magmas. La elevada presión del interior terrestre determina que los componentes sólidos se ablanden.

Dentro del complejo líquido del magma las temperaturas son muy altas, como ya hemos indicado antes, encontrándose en rangos entre los 700ºC y 1.300ºC. Habitualmente, la composición de los diferentes tipos de magma se asocia al ambiente en donde se forman, que suelen ser las zonas de subducción como las dorsales oceánicas, áreas continentales y otros puntos calientes de la Tierra.

El magma deja de existir por dos motivos, una es la evolución hacia la cristalización y la otra como salida al exterior en forma de lava en una erupción volcánica. En ambos casos, cuando solidifica da lugar a rocas ígneas, como la diorita, el basalto o el granito.

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