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Hace un año, Karla Breu se mudó de su natal República Dominicana a México, dejando atrás una carrera en Medicina, a su familia y amigos para perseguir el sueño de ser cantante.
Al respecto, la joven de 23 años detalla con una risa un poco nerviosa al recordar este momento que su primera reacción fue el miedo: “Ni siquiera había visitado el país. Siento que en la ciudad todo se mueve muy rápido, al menos para lo que ya estaba acostumbrada, además era muy tímida y no sabía cómo enfrentar todo eso sola. Pero no podía dejar que el miedo me detuviera porque era lo único que me hacía dudar”.
Hoy, Breu se enorgullece de su decisión. No solo porque está por lanzar su álbum debut que lleva el mismo nombre que ella, sino porque “Me ha ayudado a superar mis inseguridades y a conocerme mejor como artista, como autora y como mujer. Estoy muy feliz de estar aquí y de cómo el público mexicano me ha abrazado con mucho calor y cariño”.
Con mucha alegría, la cantante explica que en este año fue uno de aprendizajes que seguro marcarán su carrera, recalcando que si bien el talento es una parte, lo más importante es la constancia, la disciplina, el trabajo duro y la dedicación, así como la confianza para colaborar con todo un equipo de producción y poner en sus manos la creación personal.
Aunque el proyecto discográfico debut de Karla Breu comenzó previo a la pandemia, fue durante esta que se desarrolló en forma. Para ella, lejos de ser un obstáculo, esto representó precisamente un momento de resiliencia, agradecimiento y aprendizajes:
“Esta experiencia me mostró la necesidad de ser creativos y buscar nuevas formas de compartir nuestro trabajo. Han sido momentos extraños, pero de mucho crecimiento y quedo muy agradecida porque me dio la oportunidad de refugiarme en mi trabajo y poder desahogarme mediante la música durante un momento que ha sido muy duro para todos en el mundo”.
Los frutos de este esfuerzo serán cristalizados este 5 de marzo con el lanzamiento de “Karla Breu”, su álbum debut, en todas la plataformas. Conformado por 11 temas nuevos de su autoría la joven cantante nos lleva en un viaje muy íntimo y personal en el que trata de plasmar su propia historia:
“Es un álbum pop, pero hay mucha variedad de sonidos: un poco de rock, de electrónica, de folk y de sonidos latinos para que todos puedan encontrar algo que les guste. Sobre todo, son pasajes de diversos momentos de mi vida que me han definido, así que van a encontrar en este disco a mi yo inocente de 19 años, pero también a la joven adulta que soy actualmente y eso es lo que más felicidad me da”.
Breu comenta que el género musical que rige al álbum también es muestra de ello, pues es un reflejo natural de la música que creció escuchando en casa, con The Police, Shakira, Juan Luis Guerra, Franco de Vita y Alejandro Sanz entre sus principales influencias.
Una de estas canciones, prueba de la intimidad del disco, es “Te prometo”, una emotiva balada que tiene gran carga emocional :
“Escribir esta canción, fue una catarsis para mí, cuando uno empieza una relación, hace muchas promesas, y cuando las cosas no resultan, te quedas con lo aprendido pero esas promesas se quedan flotando, sin sentido, y poco ayudan a sanar el dolor de una pérdida, de alguna manera esta canción es una promesa a mí misma, de que, por mucho que duela una separación, al final, uno tiene que estar bien” afirma la cantautora.
Breu desarrolla esta idea, agregando que el proceso de autoría ocurrió precisamente tras una relación: “Llegué al punto en que me di cuenta que me estaba lastimando a mí misma porque yo seguía buscando a esta persona y más que nada era una promesa para mí misma de que todo iba a estar bien y yo iba a seguir adelante. Marcó el cierre de un ciclo para mí”.
Por ello, no es de extrañar que la producción de este sencillo y su video sea una muy íntima: sólo piano y voz, la cual va creciendo poco a poco incorporando una sección de cuerdas, mostrando a Karla mucho más madura y demostrando su gran capacidad interpretativa.
La producción corrió por parte de Xavier López Miranda, su productor de cabecera, y la coproducción de Rodolfo Vázquez, fue mezclado y masterizado por el dúo de mexicanos más exitoso de New York, Alex Venguer y Oscar Zambrano.