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Esta raza de gatos es de las más dulces y hogareñas que existen, por lo que es un acompañante ideal.
Sin importar la raza, todos los gatos son encantadores y se ganan el corazón de cualquiera, pero quizá uno de los felinos más emblemáticos y reconocidos por su historia son los Persa.
El nombre de la raza provine de su lugar de origen Persia (actualmente Irán), el cual estaba asociado a la realeza y el lujo, porque se dice que este tipo de gatos abundaban en los castillos y siempre fueron las mascotas de reyes.
Sin embargo, los ejemplares que se conocen actualmente son una cruza entre el persa de raza pura y el angora turco blanco, aunque en algunos países como Estados Unidos se empeñan en "modificar" cada vez más a este tipo de gatitos.
Un perezoso compañero
Por curioso que parezca, los gatos persas siempre han estado acostumbrados a vivir en interiores, por lo que no son tan activos como otro tipo de razas. Se dice que las personas de la tercera edad son los ideales para cuidar de este tipo de gatos, ya que disfrutan de estar acostados en los colchones y sólo moverse a la hora de comer, tomar agua o ir al arenero.
Pero esto también puede ser un poco perjudicial, porque tienden a subir de peso con mucha facilidad, por lo que si tienes uno de estos felinos o piensas adquirir uno deberás llevarlo con el veterinario para elegir la dieta ideal.
De igual forma, esta raza es considerada de talla grande, ya que alcanza un peso de más de siete kilos, una altura de más de 30 centímetros y más de 50 centímetros de largo.
Los gatos persas también son reconocidos por tener una personalidad dulce y cariñosa, ya que disfrutan de la compañía de los seres humanos y generalmente su comportamiento es dócil.
Una de sus principales características es su hocico, el cual es muy corto, pero con el paso del tiempo se le han hecho más modificaciones genéticas, ya que algunas personas consideran que es el "atractivo" del felino, sin importar que esto conlleve a enfermedades a la larga.
Se estima que su promedio de vida es de entre 10 y 13 años, a diferencia de otras razas que alcanzan hasta lo 20 años. Esto podría estar relacionado con algunas de las enfermedades que desarrollan, como es la renal poliquística, lo que produce una serie de quistes que finaliza con un fallo renal del felino.