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De acuerdo con un estudio publicado en la revista especializada JAMA Psychiatry del Centro de Investigación de Salud Mental de Copenhague en Dinamarca, la proporción de casos de esquizofrenia relacionados con el consumo problemático de marihuana ha ido en aumento desde hace 25 años.
La investigación revela que en 1995 un dos por ciento de los diagnósticos relacionados con la esquizofrenia (enfermedad mental que se caracteriza por alteraciones de la personalidad, alucinaciones y pérdida del contacto con la realidad), estaban relacionados con el consumo de marihuana. Para el 2000 esa cifra aumentó en 100 por ciento (4 %) y desde el 2010 volvió a aumentar en 100 por ciento llegando al 8 %
El estudio se basó en datos del registro nacional de salud de Dinamarca e incluyó a todas las personas de ese país nacidas antes del 31 de diciembre de 2000, que tenían 16 años o más en algún momento desde el 1 de enero de 1972 hasta el 31 de diciembre de 2016.
El estudio evaluó a las personas que tenían un diagnóstico clínico de trastorno del tratamiento con cannabis, no del uso general de la droga.
"Este estudio de registros médicos a nivel nacional agrega evidencia importante de que los pacientes con un trastorno por consumo de cannabis diagnosticado tienen más riesgo de psicosis ahora que antes", indicó la doctora Terrie Moffitt, profesora y presidenta de Comportamiento Social y Desarrollo del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres.
De acuerdo con el investigador que llevó a cabo el estudio, el danés Carsten Hjorthøj, sería muy importante que los resultados que arrojó el trabajo realizado por su equipo, sea tomado en cuenta para informar que el consumo de la marihuana no es inofensivo como habitualmente se piensa.
El investigador también afirmó que por desgracia existe evidencia que sugiere que el consumo de la hierba es algo inofensivo y no es correcto, ya que de acuerdo con los resultados de su investigación, además de la esquizofrenia, se han detectado casos de trastornos por el uso de sustancias prohibidas y una función cognitiva más deficiente, lo que debe ser tomado en cuenta a la hora de debatir el consumo lúdico de la marihuana.
Consumo en boga
En el mundo existen millones de personas que consumen marihuana de manera frecuente. Por ahora es legal para uso recreativo en algunos estados de Estados Unidos, además de Canadá, Uruguay y recientemente se abrió la posibilidad (con más dudas que certezas) en México, además de que en otros lugares se tiene aprobado su uso medicinal.
Y retomando las conclusiones del estudio danés, se muestra que el consumo de cannabis aumentó en Dinamarca y se tiene la certeza que en otras partes del mundo sucede lo mismo, lo que ha generado problemas en los trastornos asociados con la hierba, el trastorno por su consumo suele definirse como un uso problemático de la droga.
La marihuana puede producir dependencia en su consumo, que se demuestra por la presencia de un síndrome de supresión físico cuando se decide suspender su ingesta.
En algunos consumidores crónicos el trastorno es tan severo que ameritan tratamiento e incluso internamiento para poder librarse de su consumo que incluye no poder reducir el uso; pasar mucho tiempo obteniendo, consumiendo o recuperándose de los efectos del cannabis; renunciar a actividades y obligaciones importantes por su consumo; y el uso continuado de la droga a pesar de las consecuencias negativas.
Y podría producir alteraciones psicomotoras y cognitivas, además de afectar la concentración, memoria, capacidad para procesar información, el aprendizaje, habilidad para resolver problemas, además de aumentar la latencia de respuesta a estímulos y reducción de la coordinación muscular.