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Cine de Oro Mexicano: ¿Por qué se le llama así y quiénes fueron sus máximos exponentes?


La llamada época dorada del cine mexicano se vivió entre mediados de los años 30 y hasta inicios de los 60 del siglo XX en nuestro país. Este periodo se reconoce como una era de glamur para directores, actores, actrices, fotógrafos, guionistas, músicos, compositores (sin ellos muchas de las películas de esa época, no serían lo mismo), productores y en general la industria cinematográfica mexicana, misma que fue baluarte y sinónimo de éxito en toda Latinoamérica.


A lo largo de la década de los años cuarenta el cine mexicano vivió un esplendor inusitado, muestra de ello sucedió en 1946 en el Festival de Cannes, donde México participó y obtuvo la Palma de Oro con la película María Candelaria (1946), protagonizada por Pedro Armendáriz y Dolores del Río, bajo la dirección de Emilio ‘Indio’ Fernández y con la fotografía a cargo del maestro Gabriel Figueroa.


En ese mismo año, fue fundada la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), que a su vez creó el Premio Ariel, con el propósito de reconocer los méritos de la cinematografía mexicana. La primera ceremonia de premiación se llevó a cabo el 15 de mayo de 1947.


Durante los mandatos del general Manuel Ávila Camacho (1940 a 1946), y de Miguel Alemán Valdés, (1946 a 1952); el séptimo arte adquirió peculiar relevancia dado que el ingreso de las producciones nacionales al mercado internacional impactaron notablemente a la economía mexicana, al grado de convertirse en una de las principales industrias del país.


Un punto a favor y fundamental para el crecimiento del cine mexicano fue que en Estados Unidos y Europa se disputaba la Segunda Guerra Mundial (entre 1938 y 1945), por esa razón la producción cinematográfica de ambos lados del Atlántico se estancó para darle prioridad a la industria armamentista y desde luego en el cine a las producciones propagandísticas, lo que México aprovechó muy bien para destacar y florecer en ese ámbito.


Ante la oferta limitada que ofrecía la industria estadunidense, en México se abrió la posibilidad de explorar temas distintos y con total libertad creativa para aprovechar el espacio que estaban dejando libres tanto los EU como los países europeos, más preocupados por el asalto y avance de Hitler que por crear obras visuales.


En ese contexto, México destacó por dos grandes razones, la primera fue que se convirtió en el ‘alimentador’ de los principales mercados de consumidores visuales en Latinoamérica, y esta distinción aún en nuestros días permanece, no a tal grado como en aquella época, sin embargo, México sigue siendo referente a nivel americano en la creación de contenido y de artistas de talla internacional.


Y el segundo punto tuvo que ver con la ideología que prevalecía en nuestro país, el nacionalismo exacerbado creó un sentimiento de pertenencia muy poco visto y explorado anteriormente, lo que generó grandes producciones históricas, de comedia, drama, musicales, incluso de cine de terror y películas dentro de la categoría de cine ‘kitsch’ como las cintas de luchadores, que ahora son consideradas de culto en varias partes del mundo.


Desafortunadamente para la industria mexicana, vino una época de “vacas flacas” en la era postguerra, las inversiones en las grandes producciones decayeron, el mercado fue poco a poco recuperándose en los Estados Unidos y con ello los grandes estudios regresaron a su espacio natural, los artistas mexicanos emigraron para encontrar mejores condiciones de trabajo y ante estos problemas, el cine mexicano fue perdiendo esa fuerza hasta que la retomó a finales de la década de los 90 en lo que llamamos el “nuevo cine mexicano”.


¿Quiénes son los máximos exponentes de la época?

Es muy complicado enumerar a los actores y actrices que hicieron historia en la época de oro del cine mexicano, la lista es interminable, y eso se debe a que como decíamos, la capacidad histriónica de los artistas de la época pudo mostrarse de distintas maneras, no por nada Pedro Infante puede hacerte reír en ‘El inocente’, junto a Silvia Pinal, que hacerte sentir el sufrimiento en “Nosotros los pobres” o animarte a buscar un disco completo con su voz, solo porque lo escuchaste (y tus abuelitos), cantarle a Miroslava en “Escuela de vagabundos” o a Sara García mientras llora sobre su tumba en “Los Tres García”.


De acuerdo con el cineasta José Antonio Valdés, existen varios arquetipos distintivos en el cine mexicano de la época dorada, por ejemplo, la mujer de mundo y empoderada encarnada por María Félix; la mujer indígena pero a su vez elegante con la distinguida Dolores del Rio, el héroe del barrio no fue otro que Pedro Infante, el padre autoritario Fernando Soler y sus hermanos alcahuetes, Domingo y Andrés, el pelado de carpa no fue otro que Cantinflas y el representante de los pachucos no fue otro que Germán Valdés Tin Tan, mientras la abuelita que todos queríamos era Sara García, la esposa abnegada pero a la vez ‘entrona’ era Blanca Estela Pavón o Marga López, las femme fatale no podían ser otras que Elsa Aguirre o las hermanas Velázquez y desde luego las jovencitas ingenuas pero capaces de enamorar al ‘macho más bragao’, Rosita Quintana o Silvia Pinal.


Y si México tiene material de sobra para protagonistas de los “dramones”, no faltan los villanos, y ahí se ganan las palmas.


El asesino del camellito en ‘Nosotros los pobres’ es Ledo conocido como ‘El tuerto”, personaje encarnado por el actor Jorge Arriaga, mismo que sufrió un final horrible; en tanto, Miguel Inclán es el ciego que golpea al ‘Ojitos’ en la obra maestra de Luis Buñuel ‘Los olvidados’, en ese relato lleno de realismo y desgarrador destacó también el joven actor, Roberto Cobo, ‘El Jaibo’.


‘El cinturita’ es interpretado por Rodolfo Acosta, un proxeneta que le hace la vida imposible a Marga López en ‘Salón México’ y que tal Don Regino Sandoval, el cacique de ‘Río Escondido’ que niega el agua para los habitantes del pueblo, mientras acosa a la maestra de primaria enviada por el presidente de la República para educar a los niños y sus padres, interpretada magistralmente por María Félix, Don Regino es interpretado por Carlos López Moctezuma, el villano más carismático del cine mexicano, sin duda.


Y la lista podría seguir con varias páginas más, la verdad es que el cine de oro mexicano es fuente de innumerables películas que sirven para recordarnos el pasado glorioso de la industria cinematográfica en una época llena de contrastes tanto en México como en el mundo.

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