Los perros se han convertido en esos compañeros que, a pesar de no decir ni una palabra, son capaces de acompañarnos en los momentos más complicados y hasta sostenernos cuando es necesario, brindando afecto, lealtad y relajación.
Pero el hecho de que lo hagan sin esperar nada a cambio, no nos quita la responsabilidad sobre ellos, por lo que resulta importante brindarles de todas las herramientas para tener una vida plena y feliz.
Uno de los problemas más comunes que enfrentan las y los dueños de perros es la tendencia de sus mascotas a morder a desconocidos. Este comportamiento no solo puede ser peligroso sino que también puede acarrear problemas legales y sociales, afortunadamente, especialistas coinciden en que la sociabilización adecuada de los perros puede prevenir estos incidentes y han brindado algunos trucos para corregir este comportamiento, desde el amor y la comprensión.
La sociabilización de los perros es un proceso que debe comenzar desde una edad temprana, según un estudio realizado por la Universidad de Harvard en colaboración con el Centro Waltham para Nutrición de Mascotas y la Universidad de Australia Occidental, es crucial exponer a las mascotas a diferentes contextos y personas desde sus primeros meses de vida.
El estudio, que analizó a más de dos mil 700 personas y sus mascotas en Estados Unidos y Australia, reveló que la falta de sociabilización adecuada puede llevar a comportamientos agresivos; por lo que algunos puntos clave para esta sociabilización son:
Tener una mascota también conlleva responsabilidades, especialmente en términos de su comportamiento social.
Sociabilización temprana: es vital que los cachorros se expongan a diversos entornos y personas, esta exposición temprana les permite adaptarse mejor a su entorno y reduces las probabilidades de que reaccionen con miedo o agresión hacia desconocidos. De acuerdo con la American Veterinary Medical Association (AVMA), los primeros tres meses de vida son críticos para la socialización de los cachorros.
Entrenamiento en obediencia: enseñar a los perros a obedecer comandos básicos como "sentado", "quieto" y "ven" puede establecer una relación de confianza y respeto entre el dueño y la mascota. La Asociación de Entrenadores Profesionales de Perros (APDT) sugiere que el entrenamiento en obediencia no solo mejora el comportamiento del perro, sino que también fortalece el vínculo entre el animal y su dueño.
Paseos diarios: los paseos regulares son esenciales para la salud física y mental de los perros. Además de proporcionar ejercicio, los paseos permiten a los perros conocer a otras personas y animales, lo que es crucial para su sociabilización. Un estudio publicado en el Journal of Veterinary Behavior destaca que los perros que son paseados regularmente muestran menos signos de ansiedad y agresión.
Exposición gradual a nuevos estímulos: introducir a los perros a nuevos estímulos de manera gradual puede ayudar a reducir el miedo y la agresión. Esto puede incluir ruidos fuertes, diferentes tipos de personas y otros animales. La Clínica Mayo sugiere que esta exposición debe ser positiva y gradual, asegurando que el perro no se sienta abrumado.
¿Cómo saber cuando un perro está a punto de atacar?
Saber cuándo un perro está a punto de atacar es crucial para prevenir incidentes y mantenerse seguro, ya que las y los perros muestran una serie de señales de advertencia a través de su lenguaje corporal que pueden indicar que se sienten amenazados o están listos para atacar. Aquí hay algunas señales clave que debes observar:
Rigidez corporal: un perro que está a punto de atacar a menudo tendrá una postura rígida y tensa. Su cuerpo estará quieto y su musculatura parecerá estar en alerta máxima.
Orejas hacia atrás: las orejas de un perro que se siente amenazado o agresivo suelen estar echadas hacia atrás, pegadas a la cabeza.
Cola rígida: una cola rígida que se mantiene alta o completamente baja y entre las patas puede ser una señal de que el perro está preparándose para actuar agresivamente.
Pelo erizado: el pelo en la parte posterior del cuello y a lo largo de la columna vertebral puede erizarse, lo que se conoce como piloerección. Esto es un indicador claro de que el perro está en estado de alerta.
Reconocer las señales de advertencia en el lenguaje corporal de los perros puede ayudarte a prevenir ataques y a reaccionar de manera adecuada si te encuentras en una situación peligrosa.
Boca tensa y labios levantados: los perros que están a punto de atacar pueden mostrar sus dientes levantando los labios y retrayendo las comisuras de la boca. Este gesto se acompaña frecuentemente de gruñidos.
Mirada fija: un perro que mantiene una mirada fija en una persona u otro animal sin parpadear está mostrando un comportamiento de advertencia. Esta mirada fija puede preceder a un ataque.
Gruñidos y ladridos: los gruñidos bajos y los ladridos profundos son señales auditivas de que un perro se siente amenazado y puede estar considerando atacar.
Ladeo de la cabeza: a veces, los perros inclinan la cabeza hacia un lado y fijan la mirada en lo que perciben como una amenaza. Esto puede ser una señal de evaluación antes de atacar.
Cómo actuar si observas estas señales
Mantén la calma: no corras ni hagas movimientos bruscos, ya que esto puede incitar al perro a atacar. Trata de mantenerte calmado y evitar hacer contacto visual directo.
Evita miradas fijas: mirar directamente a los ojos de un perro agresivo puede interpretarse como un desafío. Es mejor desviar la mirada lentamente.
Retrocede lentamente: si te encuentras con un perro que muestra signos de agresión, retrocede lentamente y sin dar la espalda al perro. No hagas movimientos repentinos.
La educación sobre el comportamiento canino y la sociabilización temprana de las mascotas son esenciales para evitar estos incidentes y garantizar una convivencia segura y armoniosa con nuestros amigos de cuatro patas.
Usa una voz firme y calmada: hablar con una voz suave y firme puede ayudar a calmar al perro. Evita gritar o usar un tono alto, ya que esto puede aumentar la agresión.
Busca una barrera: si es posible, coloca un objeto sólido entre tú y el perro, como una mochila, una bicicleta o una puerta, para protegerte.
Qué hacer si un ataque es inevitable
Si, a pesar de todas las precauciones, el perro ataca, es importante saber cómo protegerte:
Protege tus áreas vulnerables: trata de cubrir tu rostro, cuello y manos. Si tienes una chaqueta o una mochila, úsala para protegerte.
Queda en posición fetal: si te derriban, enróllate en una posición fetal con las manos sobre la cabeza y el cuello para proteger estas áreas vitales.
Evita luchar: luchar contra el perro puede aumentar su agresión. Trata de mantenerte lo más quieto posible hasta que el perro pierda interés o alguien pueda intervenir.
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